He podido arañar su piel casi con las mismas garras de aquel animal mitológico que adorna su espalda。 He mordido y besado como hace tiempo no recordaba。 Al límite del dolor, he dejado marcas que no quiero que olvide。 Me he dejado llevar cómo nunca pensé que pudiera。 Y solo quiero retroceder las horas para volver al momento en que aquella chica me acorraló en la entrada del club y entre respiraciones agitadas me pidió continuar lo que había empezado en otro lugar。
Han sido horas de pasión irrefrenable y tan desconocida para mí, que quiero volver a experimentarlo una y otra vez。 Repetir con aquella que duerme profundamente en mi cama, pese a no conocer su nombre。
No sé quién es y no me importa… Al menos de momento。。。